Día 15
Fui al altillo y toqué el piano de mi padre. Hoy sería su cumpleaños. Nunca fuí hábil músico. En toda mi vida aprendí un sólo tema: La marcha turca. Creo que siempre se sintió decepcionado por mi falta de interés. Él amaba la música. Lo intrigante fue que al tocar, a través de la composición, puedo organizar interacciones con la interfaz. Además del fenómeno con la rodilla, empecé a escuchar los sonidos con la manos. No me refiero a la sensación física de presionar las teclas: la música entra por mis manos. Es rarísimo.